Solomillo relleno de torta del casar y jamón serrano.

Para este fin de semana hemos elaborado una receta facilísima como siempre pero a la vez muy sabrosa, tierna y jugosa.
Nos hemos decidido por un producto estrella como es el solomillo de cerdo. Se trata de una carne muy tierna, sin nervios ni grasas, y que acepta el maridaje como ninguna otra de todo tipo de rellenos, sean salados, vegetales y dulces.
En la de hoy, hemos rellenado los solomillos con crema de torta del casar, jamón serrano extremeño, tomate natural laminado y un toque de orégano. El motivo de elegir este sabroso queso es que siempre se suele cocinar el solomillo con queso azul o roquefort o de cabrales. La torta del casar es un queso muy sabroso, con un sabor peculiar pero más suave que los arriba indicados, permitiendo saborear el resto de ingredientes de nuestra receta. Se trata  de unos de los quesos más reconocidos de Extremadura, concretamente de la comarca de el Casar de Cáceres, que se elabora con leche entrefina de oveja y se cuaja con cardo silvestre. Se consume abriendo la parte superior del queso en forma de tapadera y mojando pan en su cremoso interior.

 









Torta del casar abierta en su parte superior y lista para servirla untándola en pan

Después de elegir los mejores solomillos de cerdo, los limpiamos de toda grasa y nervios que puedan tener y los abrimos en forma de libro de tres hojas para que quede fino. A continuación, lo untamos con la crema de torta del casar y rellenamos con jamón serrano extremeño, como no, y lo rematamos con tomate cortado en finas lonchas, al que regamos con aceite de oliva y la añadimos un toque de orégano. Finalmente lo enrollamos y atamos.

Como cocinarlo

Calentamos un poco de aceite en una sartén y doramos los solomillos. Calentamos el horno a 180/190º y dejamos los solomillos entre 20/30 minutos dependiendo del tamaño de estos y el tipo de horno. Puede acompañarse de patatas fritas o panaderas, verduras o una salsa especial carne de cerdo asada como la que te proponemos a continuación.
Salsa de vino blanco.
En la sartén  donde vamos a dorar los solomillos, ponemos unas cucharadas de mantequilla. Doramos los solomillos en ella y mientras se hornean los solomillos, añadimos a la sartén medio vaso de un buen vino blanco y batimos suavemente, añadiendo una o dos cucharadas de harina para que espese a nuestro gusto. Se puede añadir una pizca de sal.

Te esperamos como siempre en

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Fuenlabrada